“El caption no importa. Total, nadie lo lee ” Muchas veces escuchamos de esto, hasta de varios departamentos de marketing. Si bien es cierto, que las personas en la web no leen, sino que escanean los textos siguen siendo vitales para la construcción de interfaces y multimedia. Saber como escribir textos con enfoque UX es vital para garantizar conversiones y una experiencia placentera.
Por eso en este artículo analizaremos la importancia del contenido escrito, y además, daremos unos consejos para escribir textos con enfoque UX para cualquier audiencia.
Nos enseñaron que una imagen vale más que mil palabras, aun así somos incapaces de expresar conceptos abstractos sin escribirlos o decirlos explícitamente. Y si no lo crees nada más intenta imaginarte una constitución hecha solamente de símbolos y figuras. Llegará el momento en que estas imágenes se quedaran cortas.
Es ahí donde entra la importancia de los textos. Donde el content writer, copywriter y hasta el UX writer hacen su magia para explicar conceptos complejos en solo un par de palabras. Brindando información, explicando beneficios e impactando en las ventas de negocio.
Y si bien la tendencia es a lo audiovisual y el multimedia, los textos son la base para producir, dirigir o maquetar todo este contenido. Un error en tu texto o una palabra equivocada puede desencadenar consecuencias indeseables, desde que no entiendan o recuerden tu mensaje hasta una crisis de marca.
Expresarnos con claridad enfocándonos en nuestro copies es vital para la salud de nuestra marca.
Esto es un debate que existe en muchas agencias iniciales. ¿En qué enfocarse primero? ¿En el diseño o el contenido? Y la respuesta puede impresionar a muchos pues se trata del contenido. Comenzando por el briefing que todo creativo necesita para poder sentarse a crear, diseñar o escribir.
Aquí el escritor de contenido juega un rol muy importante en saber transmitir la voz, el tono y valores de la marca. Una vez estén en papel, ya es mucho más fácil plasmar las ideas en diferentes formatos.
El contenido escrito es tan relevante que los profesionales en desarrollo de interfaces prefieren tener primero el texto y luego, el diseño. Claro, este primer escrito no tiene que ser el definitivo, luego los redactores puede ir adaptando y recortando ideas dependiendo de las necesidades del momento.
Un buen diseño sin unos buenos textos, solo son decoración. Así como el color de un botón puede hacer la diferencia, las palabras que acompañan también lo hacen. Por ejemplo, en muchos casos los botones llevan verbos en modo infinitivo (Continuar, Descargar, Visitar) suelen tener mejor rendimiento que aquellos en imperativo (Continúa, Sigue, Descarga).
Por ello, y más razones es que importante conocer los secretos o las buenas para generar texto que lleven al usuario a la acción que queremos.
Los gatillos mentales son interacciones, principalmente orales y no verbales, que estimulan a las personas a realizar una acción. También se les conoce como disparadores mentales o “mental triggers”. Se implementan colocando conceptos clave a lo largo de tus textos para convencer a tu lector que debe comprarte.
Estas prácticas apelan a los sentimientos y a la parte neurológica de los usuarios para que efectúen una conversión. Algunos ejemplos de gatillos mentales que podemos mencionar son:
Por otro lado, existen fórmulas para crear correos y hasta lading pages que son muy útiles al momento de escribir tus textos. Tal es el ejemplo del PAS (Problema, Agitación, Solución) y el AIDA (Acción, Interés, Deseo, Acción).
No hay nada que asuste más a un lector que un pergamino de texto. Si queremos elaborar página agradable para los usuarios debemos recordar cuáles con las maneras más comunes de escanear un escrito online: En forma de F y de Z.
Recordar esto nos obliga a colocar la información más importante siempre al principio y al final del contenido. Otro consejo, es hacer que de lejos se sienta fácil de digerir, para ello, usa frases cortas, negrita, incluso las bullet points pueden hacer mucho más agradable la lectura cuando se trata de mucho texto.
Saber a quienes nos dirigimos es clave para el desarrollo de ideas. De nada sirve conversar con alguien si simplemente no comparten el mismo idioma, o peor, los mismos valores.
Ser empático es la habilidad de ponerte en los zapatos de los demás. Y si eres capaz de entrar en el personaje de alguien más, como hacen los actores, mucho mejor. Para ello, estudia muy bien a tu audiencia, hazle preguntas, y sobre todo, no te dejes llevar por tus sesgos o estereotipos implícitos.
Recuerda como toda marca tiene su Buyer Persona. Repasar y estudiar esta simulación semi ficticia de tu audiencia te dará las pista para generar textos que resuenen con ella.
A lo largo de mi carrera me he encontrado con errores en plataformas como el New York Times, Netflix y más. Los redactores de contenido tenemos un gran cantidad de palabras diarias y la rapidez de las redes sociales deja poco espacio para poder sentarnos a perfeccionar. Especialmente, porque nuestro cerebro nos juega en contra cuando queremos verificar nuestros textos.
No obstante, la clave está en encontrar momentos para dispersarnos de ese escrito y luego volver a editar. Esto nos permitirá no solo detectar errores, sino hacerlo más corto. Existe una frase de Blaise Pascal que dice: “Y si he escrito esta carta tan larga, ha sido porque no he tenido tiempo de hacerla más corta”
Esto demuestra el verdadero reto que es escribir para plataformas como Google Ads, donde tienes un máximo de 90 caracteres para describir tu negocio. La brevedad es vital para esta profesión.
Uno de los planteamientos de la literatura contemporánea es que el libro una vez escrito, le pertenece al lector. El autor se vuelve un ente prácticamente invisible donde únicamente va a importar interpretación e imaginación de quien lo esté leyendo.
¿Qué tiene que ver esto con incrementar las ventas? Pues nos sirve de recordatorio que no estamos haciendo un texto para que nos complazca o satisfaga a nosotros como escritores, sino para que cumpla su función con el usuario final.
Aquí volvemos a poner en práctica lo que hablábamos anteriormente: tenemos que tener foco en la empatía y colocarnos en los zapatos del consumidor. Solo así lograremos resonar con ellos y lograr conversiones.
Los contenidos en texto se vuelven cada vez más menos relevantes para los algoritmos, pero aún se encuentran en todo nuestro ecosistema: desde el momento en que elaboramos el primer briefing, pasando por el guion, hasta el llamado a la acción al final de ese correo.
Las palabras siguen teniendo ese efecto transformador, que nos distingue de los demás y nos convierte en líderes en el mercado.
¡No tengas miedo a sacar esas ideas y transformarlas en realidad al compartirlas con tu público!